El gobierno de Estados Unidos estuvo bajo intensa presión durante 2013 por su controvertido programa de ataques con drones en Pakistán y otros lugares, incluidos Yemen y Somalia.
Expertos de la ONU, organizaciones de derechos humanos, grupos de expertos y medios de comunicación criticaron la falta de transparencia en torno a las operaciones con aviones no tripulados estadounidenses y cuestionaron algunas de las justificaciones legales de los ataques. Open Briefing y otros destacaron el uso peligroso de 'ataques de doble toque' y 'ataques de firma' y pidió que el programa de drones fuera retirado de la CIA y colocado bajo la cadena de mando militar/civil normal en el Pentágono. En muchos sentidos, 2013 fue el año del dron.
Sin embargo, también fue el primer año desde que comenzaron los ataques con aviones no tripulados en Pakistán en 2004, en el que no hubo informes confirmados de víctimas civiles en el país. Éste es el único rayo de esperanza contenido en la nueva Informe anual de la guerra encubierta con drones enviado a nosotros por la Oficina de Periodismo de Investigación (BIJ). De hecho, en 2013 el número de ataques con aviones no tripulados en Pakistán cayó a los niveles más bajos de la presidencia de Barack Obama. El BIJ atribuye esto a la creciente oposición de las élites políticas y militares de Pakistán, que han criticado públicamente los ataques (después de años de sospecha de aprobación tácita).
Tampoco se reportaron muertes de civiles por ataques con aviones no tripulados estadounidenses en Somalia, donde se ha reportado la muerte de entre 7 y 58 civiles en acciones estadounidenses desde 2007.
Sin embargo, el informe no es todo buenas noticias. En Yemen, al menos 11 civiles, entre ellos cuatro niños, murieron en ataques confirmados con drones. Esto se debe en parte a que Washington sigue disfrutando del apoyo de Saná a los ataques contra Al Qaeda en la Península Arábiga, ahora considerada por muchos como la franquicia más peligrosa de Al Qaeda.
Además, el BIJ sostiene que durante 21013 la administración Obama continuó la tendencia de transparencia limitada en torno a sus ataques con aviones no tripulados. El informe afirma:
Tanto Obama como su nuevo director de la CIA, John Brennan, discutieron públicamente el uso de drones encubiertos, pero la administración se mantuvo callada sobre datos clave, incluido el número de víctimas. Los funcionarios casi siempre se negaron a hablar de huelgas individuales, y cuando lo hicieron fue generalmente de forma anónima.
La administración expresó su intención de trasladar los ataques con aviones no tripulados de la CIA al Pentágono, pero a finales de año muchos ataques con aviones no tripulados –incluida la campaña de Pakistán– seguían bajo el control de la Agencia.
Es posible que la continua presión de la sociedad civil durante 2014 revierta esta falta de transparencia y que la caída en el número de muertes de civiles por ataques con aviones no tripulados estadounidenses en Pakistán y Somalia se refleje en Yemen este año.
Pero en el fondo hay una tendencia preocupante. Como Open Briefing revelado en un estudio innovador para el Proyecto de control remoto En septiembre de 2013, drones armados son ya no es competencia exclusiva de los Estados Unidos. Se sabe que otros setenta y cinco países tienen vehículos aéreos no tripulados, y aproximadamente 20 países poseen drones armados (aunque las estimaciones varían ampliamente). Open Briefing identificó al menos 29 variantes diferentes de drones armados en uso o en desarrollo por China, India, Irán, Israel, Rusia y Turquía. El uso futuro de drones armados por parte de esos países merece mucha atención este año; después de todo, Estados Unidos ha sentado un precedente peligroso. Bien puede ser que 2014 sea, de hecho, el verdadero año del dron.