El cierre del espacio cívico y los ataques, el acoso y la censura nos imponen cargas individuales y colectivas considerables como defensores de los derechos humanos. Comprender estos riesgos es una parte importante, pero a menudo mal entendida, de la planificación de la seguridad. Nuestro equipo de seguridad ha establecido cuatro pasos que puede seguir para comprender mejor los riesgos que enfrenta.
- Comprenda las capacidades e intenciones de sus adversarios para poder juzgar mejor la amenaza que representan.
- Considere cómo su identidad, misión y los lugares donde vive y trabaja aumentan o disminuyen los riesgos para usted.
- Manténgase consciente de lo que sucede a su alrededor y esté alerta a cualquier cambio en las personas y cosas en su entorno.
- Comprenda el nivel de riesgo para usted y su familia que está dispuesto a aceptar.
1. Comprenda las capacidades e intenciones de sus adversarios para poder juzgar mejor la amenaza que representan.
Puede resultar útil identificar las personas, organizaciones e instituciones que son sus aliados y adversarios.
Los adversarios pueden intentar socavarlo o atacarlo a usted o a su organización. Es probable que se sientan amenazados por sus actividades y puedan perder algo si su trabajo tiene éxito. Pueden ser bandas criminales, grupos armados, corporaciones o empresarios, o funcionarios gubernamentales y políticos.
Se puede comprender mejor la amenaza que representan estos adversarios si se consideran cuáles son sus probables intenciones son y el capacidades que tienen. Por ejemplo, un troll en las redes sociales puede intentar cerrarte pero tiene una capacidad limitada para hacerlo; mientras que las fuerzas de seguridad locales pueden desearle daño y tener los medios y la impunidad necesarios para realizar ese intento. Al considerar esto, es importante comprender el espacio cívico en el que se trabaja, ya que estas condiciones físicas, digitales, psicológicas, financieras y legales socavarán o mejorarán las capacidades de un adversario.
Por el contrario, los aliados son personas en las que confías y que te apoyan a ti o a tu causa. Es posible que tengan redes y otros recursos, incluida financiación, que pueden utilizarse para mejorar su seguridad o aprovecharse en su defensa en caso de que lo ataquen o acosen. Comprender cuáles son estos recursos y apelar a las motivaciones y prioridades individuales de cada aliado le ayudará a interactuar más eficazmente con ellos.
2. Considere cómo su identidad, misión y los lugares donde vive y trabaja aumentan o disminuyen los riesgos para usted.
El riesgo existe cuando las amenazas contra usted se superponen con sus vulnerabilidades. En términos de riesgo, la "vulnerabilidad" es su exposición a una amenaza; ¡No tiene nada que ver con la debilidad! Si bien la mayoría de las amenazas son externas, los factores que aumentan su exposición a ellas son generalmente internos.
Algunos de estos factores estarán relacionados con su trabajo: los temas sobre los que hace campaña o las tácticas que utiliza, por ejemplo. Por lo general, tendrá cierto grado de control y elección sobre estos factores. Otros factores pueden estar relacionados con su identidad personal e incluyen su orientación sexual, identidad de género, edad, etnia o nacionalidad, por ejemplo. Si bien no puede controlar estas características, es importante comprender cómo pueden aumentar o disminuir su exposición a las amenazas en su contra.
En nuestras evaluaciones de defensores en riesgo, generalmente consideramos factores relacionados con persona, propósito, y posición.
3. Manténgase consciente de lo que sucede a su alrededor y esté alerta a cualquier cambio en las personas y cosas en su entorno.
Nuestras mentes buscan instintivamente normalizar rápidamente los cambios en el mundo que nos rodea. Esto puede ser muy positivo desde una perspectiva de bienestar. Pero, desde una perspectiva de seguridad, significa que podemos pasar por alto o descartar cambios que puedan indicar un mayor riesgo para nosotros o nuestro trabajo.
Para contrarrestar esto, sea consciente de las personas y las cosas que le rodean y mantenga un estado de alerta relajado. Esté alerta a las personas que aparecen o desaparecen de su rutina diaria o a los cambios en el comportamiento de quienes lo rodean. Esto puede incluir cambios en el tono o la frecuencia del acoso o una escalada en los ataques contra usted y sus compañeros de trabajo. Asimismo, esté atento a objetos nuevos en su entorno, como vehículos o dispositivos, o elementos en lugares inusuales o inesperados. En caso de duda, siga sus instintos: si algo no le parece bien, es posible que no lo esté.
Mantener esta conciencia situacional puede ayudarle a anticipar acciones en su contra y darle tiempo para reaccionar adecuadamente. Esto será más efectivo si recuerda las amenazas específicas en su contra y considera de antemano qué cambios podrían indicar que estas cosas están a punto de suceder.
4. Comprenda el nivel de riesgo para usted y su familia que está dispuesto a aceptar.
Cada uno de nosotros tiene un nivel diferente de riesgo que estamos dispuestos a aceptar para lograr nuestros objetivos. En la gestión de riesgos, esto se conoce como nuestro "apetito de riesgo". Quienes luchan por los derechos humanos y la justicia social suelen tener mayor apetito por el riesgo que otros. Pero incluso dentro de la misma organización –o familia– habrá diferentes apetitos personales por el riesgo. Sin embargo, para cada uno de nosotros hay un punto más allá del cual el riesgo (para nosotros mismos o para los demás) simplemente se vuelve demasiado grande para aceptarlo.
Puede ser completamente válido que usted acepte un riesgo personal extremadamente alto para promover su causa, pero generalmente solo es responsable de hacerlo si usted o su red de apoyo tienen la capacidad de responder de manera efectiva en caso de que ocurra un incidente. Al considerar su propio apetito por el riesgo, también es importante tener en cuenta el impacto en sus amigos, familiares y compañeros de trabajo en caso de que lo detengan o algo peor.
Tenga en cuenta que su apetito por el riesgo probablemente cambiará con el tiempo. Esto puede ocurrir después de un acontecimiento importante en la vida, como el nacimiento de un hijo, el matrimonio o la muerte de un miembro de la familia. O puede ocurrir después de un incidente o casi accidente que lo afecte a usted o a un compañero de trabajo. Cualquiera sea el motivo, es importante reconocer, comprender y comunicar a los demás cualquier cambio en su apetito por el riesgo. No temas pedir ayuda o pausar tu trabajo si la situación se vuelve más riesgosa de lo que te sientes cómodo.
Hay más estrategias para aumentar tu seguridad física y digital y apoyar tu bienestar en nuestra Protocolo Integral de Seguridad para Defensores de Derechos Humanos.