En diciembre de 2014, el enviado de la UE a Pakistán, Lars-Gunnar Wigemark, instó al país a condenar a Rusia por lo que caracterizó como "violaciones de una Rusia muy agresiva contra Ucrania". Su intervención se produjo en un momento en que hay un deshielo en las relaciones entre Pakistán y Rusia después de décadas de animosidad y desconfianza. Si bien la nueva amistad con Moscú resulta atractiva para Islamabad, la advertencia de Wigemark coloca a Pakistán en una posición difícil.